22 de julio de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 25 DE JULIO



¡Nos han hecho caso! Esta semana en nuestra revista de cabecera hay menos bodas y más escenas playeras. Ya era hora, porque necesitábamos ver qué se ponen nuestras famosas para ir a darse un chapuzón o a rebozarse en arena. Pero no todo es sol y vacaciones. También hay un bautizo, el de la hija de Enrique Ponce y Paloma Cuevas, y una boda, la de Alec Baldwin. En fin, que aquí os dejamos, como siempre, lo que hay que copiar y lo que no de los estilismos que fotografía y nos muetsra ¡Hola! esta semana:


Hay veces en las que ¡Hola! se descuelga con reportajes de personas desconocidas que nos muestran sus  estupendas casas vestidas con ropa de diseñadores que no nos suenan de nada. A veces, estos diseñadores son un gran descubrimiento, pero en algunos casos pasan sin pena ni gloria. Esta semana, una decoradora desconocida posa con diseños de Simonetta Ravizza (pág. 9-12). Los diseños de Simonetta Ravizza son exagerados, recargados, llenos de colores y de animal print en enormes estampados, y no nos han convencido.

Louis Vuitton inauguró tienda de joyería en París. Y contó con la presencia de celebrities como la Princesa Charlene, Natalia Vodianova, Kirsten Dunst, Catherine Deneuve, Sofía Coppola, o las herederas del imperio Clarins (pág. 22-24). Todas ellas vestidas de Vuitton, of course. Destacaron por su estilazo las herederas de Clarins: Virginie con una camisa de manga corta y pantalón pijama a juego de lunares negros sobre fondo rojo fruto de la colaboración entre la artista Yayoi Kusama y Louis Vuitton, y su hermana Claire, con un vestido corto tipo cóctel de escote en uve y sin mangas combinado con los zapatos Vuitton de la temporada (salones blancos con puntera metalizada).

Mira que Elsa Pataky es guapa. Y encima se ha quedado con un tipazo estupendo después de dar a luz. Pero cada vez que le hacen un reportaje no tienen más obsesión los estilistas que embutirla en vestidos con lycra, de tipo ochentero, que le dan a Elsa un punto hortera que no tiene, pobre. Por ejemplo la especie de funda receñida en animal print de pitón que luce con unos peep toe de plataforma (pág. 31). ¡Con lo mona que está cuando va normalita vestida y no de femme fatale! (pág. 32). Suspende la estilista, Elsa no porque tiene mejor gusto que ella.

Primer estilismo de playa que nos ha encantado: el de Patricia Rato. Bikini bandeau negro, pamela de rafia a rayas horizontales blancas y negras, pareo gris con volantitos al canto, gafas de sol wayfarer, y sandalias de plataforma de madera (pág. 38-39). Fácil de copiar y estiloso a rabiar. Un diez.

El bikini bandeau negro es la estrella de la temporada. También lo luce Cristina Valls-Taberner, pero ella con mini-shorts denim blancos deshilachados, chanclas flip-flop blancas y camiseta básica blanca de tirantes (pág. 42-43). Menos glamourosa que Patricia Rato, pero mucho más juvenil. Un notable alto en estilo.

Las camisetas con flecos en el bajo son lo más in estas vacaciones. Sara Carbonero luce una de esas camisetas con flecos en el bajo pero con manga corta y con el emblema del grupo musical The Grateful Dead (pág. 82), mientras Patricia Conde luce una similar, pero sin mangas, con la Union Jack (bandera inglesa) estampada, que es también tendencia (pág. 44). Apuntar en la libreta de notas: necesito una camiseta con flecos para ir a la playa.

La pobre Jacqueline de la Vega se separa. Y posa en su casa de Bali para contárnoslo. Entendemos que está triste, pero aún así no podemos dejar de decirle que el modelito de traje de noche con el que posa, azul eléctrico, como de tercipelillo, de corte sirena, con escotazo en uve y hebilla gigantesca debajo del pecho (made in Hannibal Laguna) es francamente feo (pág. 48) Y que el photshop que le han hecho en las piernas es excesivo. Un desastre.

De nuevo famosas en la playa, pero esta vez menos acertadas en el estilismo que Patricia Rato. Mar Flores luce bikini de triángulo (cortinilla) de rayas horizontales azules y blancas, un clásico pero más bien soso. Y Amelia Bono se marca un bikini bandeau de florecitas con volantitos que no está mal, pero lo de meterse en el agua con el borsalino de paja nos ha parecido una cursilada, así que no le ponemos flecha verde (pág. 54). Flechas amarillas pues para Mar y para Amelia.

Uyyyyy… Ya sabíamos que Gloria Camila se había hecho mayor. Pero lo que no sabíamos es que la hija de Rocío Jurado y Ortega Cano ha desarrollado un estilo vedette muy poco elegante. Con pitillos lila, camisola blanca con las mangas cortadas longitudinalmente y unos salones de charol nude con plataforma e imposible tacón metalizado, sencilla, lo que se dice elegante y sencilla, pues no va (pág. 56). Ese estilo hay que aligerarlo ya mismo si quiere parecer una chica de su edad…

Hacía tiempo que no veíamos a Penélope Cruz. Y para ver semejante desastre estético, más nos valdría no haberla visto. Pe vuelve a ese estilismo guarrete al que parece que no renuncia cuando va de sport: chanclas blancas y un horroroso vestido, que parece un pingajo, con franjas cosidas de telas estampadas de diferentes flores y escote palabra de honor ¡con una goma rodeando el pecho! (pág. 60). La hace gorda y parece sucia. Una pena.

Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo montaron una fiesta en la costa azul y se disfrazaron como en la peli del Gran Gatsby. O eso dice la redactora. Porque, que nosotros reocrdemos, en el Gran Gatsby nadie llevaba un bolso en forma de banana, como el de Tatiana, ni un tocado en forma de antena parabólica de topos y flores como el de la hermana pequeña de Andrea, Alejandra (pág. 78-79). Hay quien ya no sabe qué hacer para impresionar…

¡Otros bikinis bandeau! Y esta vez, preciosos. Los que luce Lena Gercke, la novia del futbolista Khedira. El primer bikini es de rayas de colores cálidos (naranja, rojo, fucsia, amarillo…) con lazo en el centro del pecho y con lazos laterales en la braguita. El segundo bikini es granate y rojo, bandeau pero con aros y con volantes en la cintura y en el pecho (pág. 85). Para copiarlos los dos.

Otra tendencia playera es la que luce Romina Belluscio. Consiste en llevar las dos partes del bikini “desconjuntadas”. Romina luce braguita morada de lazos laterales y sujetador de lentejuelas en morado, verde y gris (pág. 86). Nos gusta esta tendencia y nos parece práctica para “reciclar” bikinis viejos.

La verdad es que, como estamos cansadas de todas las bodas que hemos comentado desde aquí esta primavera-verano, no vamos a comentar la boda de Alec Baldwin. Sólo un pequeño apunte…¿quién les convenció para diseñar semejante tarta nupcial? La tarta, de tres pisos, luce un floripondio rojo de azúcar que es más grande que la cabeza del novio (pág. 100). ¡Qué miedo da!

Nos encanta que la sección de estilo de esta semana esté dedicada a los trajes de baño. Son mucho más agradecidos que los bikinis porque disimulan mucho mejor los defectillos y estilizan una barbaridad. De entre los que nos muestran en el reportaje, nos quedamos con uno del que nos hemos enamorado. Un diseño verde militar de escote palabra de honor, lleno de volantes que se cruzan en diagonal y que debe hacer un tipazo hasta de un botijo. Es de J. Crew y no es muy barato, pero parece una inversión segura (pág. 115).

ESPECIAL BAUTIZO DE BIANCA PONCE CUEVAS

Enrique Ponce y Paloma Cuevas bautizaron a su hija. La niña es monísima y va idealmente vestida, pero lo que a nosotros nos ha dejado impresionados no es tanto eso como la calidad y cantidad de estilismos a comentar de las invitadas al bautizo. Aquí os los dejamos.

Empezamos por la madre de la niña, Paloma Cuevas. Nos hemos quedado con las ganas de ver alguna foto en la que se aprecie mejor su vestido, pero lo que hemos podido ver nos ha gustado mucho. Era un vestido de tul color gris claro bordado en nude, con forro a tono, y con leves transparencias en un escote barco sin mangas. Correctísimo para un bautizo y muy elegante (pág. 63 y 67).

Una de las invitadas más elegantes fue Nieves Álvarez. Lució un vestido corto y capeado y con cortes al bies en rosa palo combinado con un clutch negro con cierre joya en dorado y pendientes de tres aros en oro. Quizá era excesivamente corto, pero le sentaba de cine (pág. 64).

Otra de las más elegantes fue Núria González, que lució un ceñido vestido de cuerpo drapeado en color sorbete de mandarina. Lo complementó con un bolso turquesa y un chal estampado en naranja y turquesa. La combinación de colores era espléndida. Quizá sobraban los peep toe en plata, pero en general estuvo acetadísima (pág. 64).

Sorprendidos nos hemos quedado al ver que hay gente que no se atiene al protocolo de toda la vida y se viste de largo en un bautizo. La verdad es que ir de largo a un bautizo, aunque sea de tarde, no es bonito porque queda excesivo. Es el caso de Patricia Rato y de su hija, la primera con falda larga blanca y top negro con topos blancos de escote bañera y la segunda con un vestido rojo asimétrico de gasa que era más propio de una fiesta nocturna que de un bautizo (pág. 65). También se equivocó Lydia Bosch con el largo de su vestido de raso verdeagua con escote en uve sin mangas lazada a modo de cinturón y falda con caída. El vestido era precioso pero no para una ceremonia de bautismo  (pág. 66).

Otra desacertada fue Simoneta Gómez Acebo. Pero ella por defecto y no por exceso. Una cosa es pasarse de vestida poniéndose de largo y otra es no llegar, calzándose unas sandalias de cuña de esparto que podría perfectamente llevar para dar un paseo por la playa. Y el caso es que el resto del look, falda corta en plata y blusón blanco de seda era una buenísima idea…(pág. 66).

Y, para terminar, otra invitada que no nos convenció, pero esta vez por el color. Es verano y se llevan los colores alegres o los colores pastel. Así que ir vestida de negro, como Gemma Ruiz, pues hace un efecto invernal que da calor. Y más si el vestido tiene mangas y muy poco escote (pág. 66). Parecía vestida más para un funeral que para un bautizo.

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